Sabes cómo cultivar tomates??
Aquí algunos secretos para su cultivo
El tomate o también conocido como jitomate es la hortaliza más difundida en todo el mundo y la de mayor valor económico. Su demanda aumenta continuamente y con ella su cultivo, producción y comercio.
El tomate es la hortaliza más difundida en todo el mundo y la de mayor valor económico. Su demanda aumenta continuamente y con ella su cultivo, producción y comercio. El incremento anual de la producción en los últimos años se debe principalmente al aumento en el rendimiento, y en menor proporción al aumento de la superficie cultivada.
El tomate en fresco se consume principalmente en ensaladas, cocido o frito. En mucha menor escala se utiliza como encurtido.
La tomatera es una hermosa y compleja planta que pertenece a la família de las Solanáceas y, aunque actualmente es cultivada a lo largo y ancho del planeta, es originaria del continente americano.
Es muy apreciada desde el campo alimenticio por su rico fruto (tipo baya), carnoso y de color rojo, al que llamamos tomate, y que utilizamos cotidianamente tanto crudo como procesado de diferentes maneras.
En cuanto a su cultivo, es importante señalar que es una hortaliza con un ciclo de cultivo bastante complejo, y con unos requerimientos vitales y nutricionales muy completos. Necesita riegos abundantes y sol directo.
- Es un cultivo exigente en nutriente, riego y sol.
- Se le asocian una amplia gama de plagas y enfermedades.
- Conlleva tareas más especializadas como el entutorado o la poda de los brotes secundaros o desmochado.
El Cultivo del Tomate
Requerimientos del Tomate
- Riego: frecuente y regular, más que espaciado y en grandes cantidades. Mejor riego por goteo para evitar la aparición de hongos.
- Nutrientes: es una planta voraz, por lo que es un cultivo exigente que requiere un abonado rico en compost.
- Sustrato: 20 l de volumen para el cultivo en recipientes.
Cómo Cultivar el Tomate
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Las Asociaciones más Favorables
Cuáles son las plagas del tomate y sus enfermedades - lista completa
Para comenzar, explicamos con detalle qué plagas atacan al tomate, desde hongos hasta insectos, así como enfermedades víricas y de otros tipos que son muy comunes en estas plantas. También mencionamos en cada caso cuáles son los mejores tratamientos para las enfermedades de los tomates, pero más adelante explicaremos detalladamente las mejores opciones para combatir estas plagas y enfermedades, cómo preparar cada remedio y aplicarlo.
Pulgón
Existe pulgón verde, amarillo, blanco, negro y rojo, este último es el de la foto de abajo. Se trata de una plaga muy problemática porque se extiende muy rápido y consume la savia de la planta hasta agotarla. Podrás verlo detrás de las hojas y en el tallo.Para combatirlo ecológicamente recomendamos usar infusión de ajo o que incluyas depredadores naturales de estos insectos, como mariquitas o avispas.
Minador
Son larvas de insectos que se introducen en el interior de las hojas y conforme se van alimentando dejan unas líneas como un camino que recuerdan a minas, de ahí el nombre, dañando a la planta gravemente si no se controla. Como actúan muy rápido, la planta puede morir en poco tiempo. El único control totalmente ecológico de este problema es cortar las hojas afectadas y tirarlas a la basura orgánica, lejos del terreno, o bien incinerarlas.
Trips
Es un parásito que además de dañar las plantas de por sí también transmite un virus conocido como el bronceado del tomate. En este caso, es mucho mejor la prevención que luego combatir los trips, pues es mucho más complicado. Para evitar que se instalen en las tomateras cuelga de estas trozos de plásticos que les molestarán y coloca trampas adhesivas de color azul, que les atrae.
Mosca blanca
No solo daña las tomateras succionando la savia, sino que también transmite enfermedades. Coloca trampas cromáticas que las espanten para evitarlas y riega con agua con aceite de neem una vez al mes para prevenirlas y tratar la plaga si ya la hay.
Araña roja
Esta es otra de las plagas de los tomates al aire libre, aunque también pueden darse dentro de casa si en el exterior ya tenemos plantas afectadas. Aparecen cuando hay falta de agua y temperaturas altas. Si las ves en tus cultivos, lo mejor para combatirlas ecológicamente es que elimines las plantas que veas más afectadas, quites las malas hierbas de alrededor, pues son lugares en los que suelen anidar y cobijarse, y que uses remedios como una infusión de ajo o sueltes en la zona depredadores naturales de estas, como otros ácaros llamados Amblyseius sp. y Phytoseiulus persimilis.
Orugas
Las orugas de las mariposas se comen las hojas y los tallos y brotes jóvenes de las tomateras. Sobre todo aparecen las especies Spodoptera sp. y Tuta absoluta. Unas de las mejores opciones ecológicas para quitarlas de las tomateras son usar la bacteria Bacillus Thuringiensis, que se puede adquirir en tiendas de agricultura y jardinería y daña a las larvas, o bien usar infusión o té de jengibre.
Mildiu
Un hongo que afecta a las hojas y se observan manchas en tonos verdes distintos, hasta que se oscurecen mucho y las hojas finalmente mueren. Usando un sulfato ecológico para tomates, como el sulfato de cobre, u otros remedios como punín de cola de caballo o de ortigas se puede combatir.
Oidio
Es otro hongo que da un color blanquecino a las hojas, en la parte frontal, y acaban saliendo manchas amarillentas hasta que la hoja se seca del todo. Se puede usar fungicidas caseros, como la leche, la infusión de capuchina, ortigas o cola de caballo, así como azufre en polvo.
Roya
Este otro hongo hace que la parte de atrás de las hojas sea naranja y la delantera sea amarilla, hasta que muere la planta. Se puede tratar con sulfato de cobre o cualquiera de los demás remedios caseros para los hongos de las plantas que hemos mencionado en los apartados anteriores.
Roña
Es otro hongo que ataca a gran variedad de cultivos, pero este se diferencia de los anteriores porque deja manchas de color negro en las hojas y los tallos. Puedes combatir la roña del tomate con sulfato de cobre, ortigas, cola de caballo, salvia y tanaceto o hierba lombriguera.
Podredumbre
Existen las podredumbres botrytis y la blanca, que son hongos. La botrytis deja la planta de color marrón y la blanca se detecta porque se observan zonas algodonosas de color blanco. Para combatirlas usa sulfato de cobre, infusión o extracto de ajo, leche, capuchina, ortigas o jabón potásico. La mejor forma de prevenirlas es evitar daños como cortes, dejar espacio entre cada planta para que haya ventilación y quitar las partes afectadas que veamos enseguida.
Falta de calcio o podredumbre apical
Este otro tipo de podredumbre lo mencionamos aparte porque no se da por un hongo en sí, sino que la planta tiene déficit de calcio, ya sea porque le aportamos poco en la tierra o porque tiene problemas para asimilarlo. Se ve toda la zona baja del fruto oscurecida o totalmente negra. Lo mejor es regar con infusión de cáscaras de huevo o añadirlas troceadas en la propia tierra y dejar que se degraden en ella.
Principales Variedades del Tomate
Los cultivos de tomates verdes
El Tomate Contiene pequeñas cantidades de vitaminas antioxidantes como la vitamina A, C, E y K. Además contienen betacaroteno, luteína y zea-xantina. También contiene minerales como el Cobre, Fósforo, Hierro, Manganeso, Selenio, Zinc entre otros.
Este fruto a formado parte de la comida mexicana desde tiempos prehispánicos y hoy en día su uso es muy común en la comida mexicana.
Prefiere climas templados a cálidos, tolerando bien las sequías y el frió, con temperaturas óptimas para su crecimiento de entre 20 y 25°C; el sustrato debe ser franco o franco arenoso con buen drenaje, el suelo tiene que estar húmedo y fertilizado. Se recomienda su siembra de marzo a julio.
Una vez que elegiste la variedad a cultivar podremos sembrar las semillas; procura que tus semillas estén limpias y esterilizadas así como el sustrato y los materiales a ocupar; la siembra se puede realizar de manera directa o indirecta. Cuando sembramos de manera directa sobre un terreno hidropónico o cama de cultivo dejamos una distancia de 50cm entre planta y planta y 1m entre surco y surco.
Si sembramos de manera indirecta podemos utilizar semilleros de foamy o de plástico, en los semilleros de plástico colocaremos un sustrato que puede ser Peat Moss o polvillo de coco (previamente humedecidos); posteriormente colocaremos entre 1 y 2 semillas por cavidad, a una profundidad de tres veces su grosor, (aproximadamente 5-8mm), cubre las semillas y riégalas con un aspersor . Coloca tu semillero en un lugar oscuro, el sustrato siempre debe de estar húmedo y la temperatura debe de mantenerse entre 18-22°C.
La semilla germina por lo general en poco tiempo dependiendo de la variedad, temperatura, humedad, entre otros factores y puedes ver emerger tu planta entre los 7 y 15 días. Lo primero que verás serán los dos cotiledones, los cuales alimentarán a la plántula unos días; después saldrá tu primer par de hojas verdaderas, en esta etapa podrás empezar a colocar Solución Nutritiva para Hortalizas. Agregarás primero un tercio de la cantidad recomendada y poco a poco aumentarás la dosis. |
Se realiza aproximadamente a los 15 o 20 días después de la germinación; cuando tus plántulas tengan de 3 a 4 pares de hojas o midan entre 8 y 10cm de alto, podrás trasplantarlas.
Para realizar este procedimiento nos ayudaremos de un abatelenguas para sacar las plántulas del semillero, tratando de no lastimar la raíz.
Con ayuda de una pala de jardín desinfectada y limpia o con tu mano limpia (para evitar infecciones en la planta), haremos un hoyo en el sustrato previamente humedecido y colocaremos nuestra plantulita para terminar regándola con un poco con la Solución Nutritiva para Hortalizas.
La distancia entre planta y planta es de 25cm a 1m; siendo el más recomendado el de 50cm.
La distancia entre surco o hilera es de 1 a 1.2m
El tutorado es opcional y se coloca para evitar la incidencia de plagas y enfermedades, como apoyo de la planta, para facilitar su recolección, favorecer su crecimiento, mejorar la calidad y/o el manejo.
Se realiza a los 15-20 días después del trasplante o cuando la planta mida entre 15 y 20cm.
El tutorado se puede realizar de distintas formas con varas y alambre o con malla espaldera, se guía a la planta a medida que crece cada 30 cm.
Dado que el tamaño total es más pequeño que el de los tomates, las plantas no pesan tanto; es por eso que los sistemas de guía pueden ser menos fuertes que aquellos que se usan para tomates. El sistema de red entretejida es muy apto para este cultivo.
Esta actividad que tiene como finalidad favorecer la precocidad y el cuajado de las flores, controlar el número y tamaño de los frutos, acelerar la madurez y facilitar la ventilación y la aplicación de tratamientos fitosanitarios, se realiza a los 20-25 días de que hayas realizado el trasplante.
Deberás comenzar con tu poda de hojas eliminando solamente las hojas enfermas y en senescencia (hojas viejas).
Se deben de eliminar hojas cloróticas o amarillentas, que presenten daños en tonalidades pardas, necrosis o coloración negra provocada por muerte celular o algún hongo. Al eliminar este tipo de hojas, estimulamos a las plantas para que tengan un mayor desarrollo vegetativo, una buena ventilación y desechamos cualquier posible infección por esporas, bacterias y virus que pudieran contaminarlas.
Se eliminan flores y frutos viejos o enfermos, procurando que en cada poda los materiales que ocupes estén limpios y esterilizados.
Las podas se recomiendan realizar por la mañana o por la tarde.
Puede comenzar a cosecharse a los 80-120 días después de la siembra, los frutos maduros se reconocen porque llenan completamente la “bolsa” que los cubre, e incluso la rompen.
El número de cortes varía de cuatro a seis separando cada corte por 8-12 días entre uno y otro, dependiendo del vigor y la “carga” de la planta.
A medida que comienzan a ponerse amarillas-verdes pierden algo de su acidez y pueden tener menos sabor que los cosechados un poco más temprano.
Los tomatillos frescos en sus hojas pueden almacenarse en el refrigerador en una bolsa de papel por aproximadamente 2 semanas. Para almacenarlos por hasta 3 meses, quite las hojas y refrigere el fruto.
Los principales hongos del tomate
El tomate (Solanum lycopersicum) es una planta solanácea procedente de América. Es uno de los frutos hortícola (fruto en botánica, verdura en alimentación) más apreciados por agricultores y consumidores, debido a su sabor y cualidades alimenticias. Es muy extraño ver un huerto que no tenga al menos una variedad de tomate cultivada. Además, las tomateras son plantas voraces y que se adaptan muy bien a todo tipo de suelos, aunque es recomendable su cultivo en tierras ricas en nutrientes y bien abonadas.
La mayor parte de las variedades son trepadoras, por lo que suelen ser encañadas y muy pocas crecen a ras del suelo. Son plantas que se deben ir podando conforme van creciendo, eliminando las hojas más antiguas de la parte inferior del tomate. Esto les facilitará la aireación y el acceso a la luz solar, previniéndola de algunos problemas fúngicos, pues los cuidados de la planta son el primer método antifúngico.
Las dos principales enfermedades que afectan a la planta del tomate son el mildiu y el oídio. Dependiendo de la humedad, la temperatura, la sensibilidad de la variedad o el inóculo inicial, el tomate se verá afectado por uno u otra enfermedad. Combatir estas enfermedades es posible en agricultura ecológica mediante fungicidas con cobre o azufre, pero a continuación veremos cómo hacer fungicidas caseros para tomates.
Fungicida casero de bicarbonato de sodio para tomates
El bicarbonato de sodio o sódico es un compuesto blanco y soluble que se usa con frecuencia para combatir las plagas fúngicas en muchas plantas, una de las cuales es la tomatera.
Podemos hacer fungicida casero con bicarbonato para tomates fácilmente mezclando 4 cucharaditas de bicarbonato de sodio, 1 de aceite horticultural y aceite cítrico o molasa en 4 L de agua aproximadamente. Esto se debe mezclar bien hasta disolver el bicarbonato. Por último, esta mezcla se colocará en una botella con rociador y se rociará la parte de la planta con síntomas de enfermedad fúngica. En caso de no disponer de bicarbonato, se puede usar carbonato de potasio.
Fungicida casero para tomates hecho con maicena
La harina de maíz o maicena es otro ingrediente muy frecuente en la cocina y que posee propiedades antifúngicas.
Para elaborar este fungicida casero para tomates se debe mezclar 1 taza de harina de maíz con 5 tazas de agua y dejarlo reposar durante una hora o hasta que tome un aspecto opaco y lechoso. Posteriormente, se debe retirar la harina sólida y rociar el líquido lechoso resultante sobre las plantas de tomate.
Fungicida casero para tomates hecho con vinagre
El vinagre también es un elemento común en las cocinas con propiedades antifúngicas. Para elaborar fungicida a base de vinagre para los tomates, debemos diluir 3 o 4 cucharadas de vinagre aproximadamente en 4 L de agua y rociar esta mezcla en las plantas de tomate. Hazlo a diario, cuando no le dé el sol de lleno a la planta, hasta que veas que desaparecen los hongos.
El más natural suele ser el vinagre de manzana, aunque el vinagre blanco es el que presenta mayor efectividad al tratar los hongos de las plantas, puedes usar cualquiera de los dos.
Aceites esenciales, excelentes fungicidas para tomates
Existen varios tipos de aceites esenciales con propiedades antifúngicas que resultan efectivas en su aplicación en plantas como el tomate, tanto para prevenir como para tratar problemas fúngicos. Entre estos aceites están:
- El aceite cítrico.
- El aceite de orégano.
- El aceite de raíz de uva
- El aceite de naranja.
- El aceite de ajo.
- El aceite de menta.
- El aceite de árbol de té.
Para elaborar fungicidas a base de estos aceites, se pueden mezclar con otros fungicidas caseros, o bien diluirlos en agua. Aplícalos una vez al día hasta que notes que ya no hay hongos, pero recuerda no hacerlo en las horas de sol fuerte.
Té de compost como fungicida para tomates
Se denomina té de compost al preparado hecho de compost diluido en agua y se le llama así por su parecido con el color del té helado líquido.
Para elaborar té de compost, se debe llenar a partes iguales un balde con compost y agua. Se debe dejar reposar esta mezcla entre 10 días y 14 días, posteriormente, retirar los elementos sólidos y diluirlo nuevamente en agua hasta que la mezcla presente la consistencia adecuada para ser rociada. Por último, aplicaremos la mezcla a las hojas de la planta del tomate, especialmente las que veamos que presentan síntomas de infección por hongos. De nuevo, puede aplicarse a diario, fuera de las horas de sol, tantos días seguidos como sea necesario hasta ver que los hongos han desparecido del todo de la planta de los tomates.